Atroma, a tu pregunta de ¿Si para 71 mujer asesinada, hace falta un ministerio?, la respuesta es claramente, SI, pues aún en este aspecto la mujer no ha conseguido la igualdad real. Tal vez cuando haya el mismo número de mujeres asesinadas que de hombres asesinados por ellas, las pajines, aidos y demás políticas y políticos del género, entiendan que ya no es necesario tal ministerio.
Ironías a parte, de momento, las cifras de hombres asesinados por sus esposas o compañeras sentimentales (convenientemente silenciadas por el feminismo gobbeliano) son las siguientes:
Año 1987: 40 hombres asesinados por mujeres.
Año 1988: 44 hombres asesinados por mujeres.
Año 1999: 37 hombres asesinados por mujeres.
Año 2001: 38 hombres asesinados por mujeres.
Año 2002: 52 hombres asesinados por mujeres.
Año 2003: 49 hombres asesinados por mujeres.
Año 2004: 40 hombres asesinados por mujeres.
Año 2005: 46 hombres asesinados por mujeres.
Año 2006: 43 hombres asesinados por mujeres.
Año 2009: 40 hombres asesinados por mujeres.
Año 2010: 18 hombres asesinados por mujeres.
Hay que decir que desde el 2004 (cuando nació la Ley de Violencia de Genero) el Gobierno no publica las muertes de los hombres (el fasciofeminismo es así de igualitario). Los asesinatos de varones sólo aparecen como breve noticia en los medios de comunicación que no han sucumbido a la manipulación e intoxicación del Gobierno.
La pregunta es ¿por qué desde la aprobación de la ley de violencia de género el número de mujeres no deja de aumentar? Decía un tal Confucio, que “el agua no salta si no se la golpea con un bastón”. La LVG, toda ella es desde su primera palabra hasta la última, un proceso de violencia institucional contra la media sociedad masculina. Gracias a esa ley al hombre:
• se le estigmatiza por el sólo hecho de serlo (mujer víctima hombre vicitimizador);
• se le discrimina jurídicamente (mismo delito, distinta pena hombre mujer);
• se le explota económicamente (que se lo pregunten a los padres separados expulsados de sus propias casas que tienen que seguir pagando durante décadas);
• se les deja indefensos ante la ley (los despachos de violencia de género de la policía y los juzgados de violencia de genero de los juzgados, los hombres que por ellos pasan ya entran condenados).
Y cuando una ley estigmatiza, discrimina, explota y genera total indefensión a un determinado colectivo, afirmo con total rotundidad, que la ideología que la sustenta es una ideología fascista. De esta violencia institucional contra el varón es elocuente la cifra de hombres victimas de la misma durante el 2009 (en el 2010 sospechamos que la cifra se duplicará http://www.blogger.com/
En cualquier caso, no es la Pajin o Aido de turno, lo que nos ha de preocupar. Las ideologías fascistas a la hora de dar oficialmente la cara siempre ponen a personas fácilmente manipulables... más pronto o más tarde, también acabarán siendo víctimas de los propios ideólogos que en su día las auparon al poder. Ya se irán enterando.
No hace falta ser un genio para imaginar el nivel intelectual que estas mujeres darían en una simple batería de tests de inteligencia. Y estoy seguro que estas pajines y aidos de turno (y hay muchas en el feminismo de todos los partidos), cuantitativamente, no tienen ni más ni menos nivel de inteligencia que la media de las feministas de sus edad. Están ahí no por su nivel cuantitativo de inteligencia, sino por la ductibilidad de la misma para adaptarse a los objetivos de sus dueños ideológicos (estos últimos son los que nos han de preocupar ¿quiénes son?).
El feminismo, después del marxismo, es la mayor ideología instrumental de reingeniería social que se ha hecho en la historia de la humanidad, y se ha hecho específicamente (al igual que el marxismo lo hizo con la clase obrera), para usurpando la voz de las mujeres, esclavizar su libre pensar individual para convertirlas en rebaño.
Ante el actual fasciofeminismo, la mujer que ose demostrar un pensamiento propio contra el feminismo, es automáticamente estigmatizada por el feminismo que dice representarla. La mujer es la primera víctima del feminismo y además silenciada por dicha ideología (al menos los hombres, podemos denunciar sus abusos), las mujeres no. ¡Ay de la mujer que no forma parte de los modelos de mujer feminista!
En cualquier caso, el hembrismo ibérico se ha acostumbrado durante las últimas tres décadas a tener de frente el silencio de los hombres; pero eso ya se acabó (no hay más que ver los medios de comunicación actuales criticando al feminismo diariamente, las manifestaciones de padres separados, las huelgas de hambre de varones ante los juzgados... acciones todas ellas que no dejarán de aumentar hasta conseguir que salgan a la luz todas las victimas que el fasciofeminismo genera).
Les guste o no le guste a las pajines y aidos feministas de todos los partidos, cuando a una ideología fascistizada la sociedad comienza a responder, dicha respuesta ya no tiene marcha atrás. Les guste o no les guste a las feministas, ante sus abusos el silencio de los hombres se ha terminado. En la década que comienza, vamos a ver la real fuerza del feminismo sin el silencio de los hombres (y de cada vez de más mujeres).
Un saludo,
Pablo el herrero
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