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jueves, 20 de enero de 2011

Piden 6 años de cárcel a una madre por encerrar cuatro días a su hija sin comida, luz y agua

La madre afirma que 'nunca' desatendió ni encerró a su hija
Europa Press Valencia
Actualizado jueves 20/01/2011
El ministerio fiscal pide una pena de seis años y medio de prisión para una mujer acusada de abandonar en dos ocasiones durante varios meses a su hija de 16 años en un piso de Valencia, propiedad de su padre, y de dejarla encerrada allí durante cuatro días. La defensa ha pedido que cumpla tres meses de cárcel al entender que no hubo detención ilegal aunque sí abandono familiar.
En una vista celebrada en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia, tanto la acusada como su hija, que ahora tiene 24 años, han incurrido en algunas "contradicciones", lo que ha hecho que la fiscal mantuviera la pena de seis años y medio de prisión por un delito de abandono de familia y otro de detención ilegal. Ha considerado demostrado que la joven estuvo desatendida, y ha indicado que hay indicios "suficientes" para pensar que estuvo encerrada en un piso de Valencia.
Los incidentes entre la madre y la hija comenzaron tras la separación de sus progenitores en el año 2002 y la nueva relación iniciada por la acusada con otro hombre. La acusada ha explicado que tras separarse de su pareja se quedó con la custodia de su hija, que en ese momento tenía 16 años.
Inició una relación con otro hombre y se fueron los tres a vivir a un piso de Valencia, propiedad de su padre -quien no vivía allí porque no podía estar sólo-. Allí comenzaron las disputas entre el hombre y la menor, según ha declarado ésta porque él era "naturista" y no le gustaba verle desnudo por la casa "a todas horas".
Como la situación se hizo insostenible, el hombre le dijo a la acusada que si su hija seguía en la casa, él se iría. Entonces, la mujer le comentó a la menor que se iba a ir a vivir con él, sin decirle a dónde, y le dejó a ella en el piso de Valencia, tras prometerle que le llevaría comida y dinero.
Sin embargo, y a pesar de que la acusada ha dicho que en "varias ocasiones" acudió al piso con comida y que le facilitó a su hija un teléfono móvil para que le llamase, ésta ha dicho que durante cuatro meses no recibió ninguna visita de la acusada y que ni tan siquiera sabía dónde estaba.
Ha relatado que era su abuelo -el propietario del piso en el que ella se encontraba- el que pagaba las facturas de teléfono, luz y gas, pero que a los cuatro o cinco meses dejó de hacerlo y le cortaron todo. Así, ha indicado que tenía que ir a casa de sus amigos para ducharse y para lavarse la ropa, y que eran éstas las que le daban comida.
"No tenía ningún contacto con mi madre en esa época -desde octubre de 2002 hasta febrero o marzo de 2003-. No me visitaba, aunque dijo que lo iba a hacer. Después de mucho tiempo si que me llevó un fin de semana a Chelva (Valencia), donde vivía ella con su pareja, y al poco tiempo tuvimos que ir al juzgado porque ella me había denunciado por quitarle las llaves de casa".
Ha indicado que en las instancias judiciales, la madre negó los hechos y allí dijo que no podía hacerse cargo de ella, por lo que la internaron en un centro de menores. A los dos meses, la acusada se la volvió a llevar a Chelva, pero como siguió teniendo discusiones con su pareja, la volvió a dejar sola en el piso de Valencia. "Me volví a quedar igual, sin luz ni agua ni comida", ha explicado la joven, quien ha indicado que le ayudaban sus amigos hasta que conoció a un chico a los tres meses y se fue a vivir con él a casa de sus padres.
La joven, quien ha señalado que la relación actual con su madre "es buena dentro de lo que cabe", relató en otras declaraciones en el juzgado que su madre le había dejado encerrada en ese tiempo durante cuatro días en el piso de Valencia, hasta que su hermano fue, cambió la cerradura y pudo sacarla de allí. Sin embargo, en la sesión de este jueves ha modificado su versión.
Ha explicado que realmente no estuvo encerrada y que lo que comentó en el juzgado "sería por una acumulación de cosas, no me acordaba bien de lo que había pasado". "No recuerdo lo que declaré pero lo hice en un momento de euforia o rabia. La gente sabe que siempre exagero. Me sentía abandonada y aislada, pero no estaba encerrada", ha reiterado.

'Una niña muy inquieta'

La acusada, que ha indicado que de muchos de los hechos -como el corte de la luz o el agua, o lo de la comida- no se acordaba, ha mantenido que su hija era "una niña muy inquieta y no obedecía a lo que le mandabas. Le decías una cosa y hacía otra", ha señalado. También ha admitido que la relación que ésta mantenía con su nueva pareja "no era buena" pero porque "no le obedecía" la menor.
La relación "no era ni buena ni mala, era tirante, él le quería enseñar como si fuera una hija", ha dicho la mujer, quien ha señalado que nunca abandonó a su hija porque su padre le dijo que se haría cargo de ella en el piso de Valencia, así que "en ningún momento estuvo sola".
Además, ha indicado que la menor vivía de ella, porque le llevaba comida. "Bajaba todas las semanas y le llevaba comida hasta que mi padre me quitó las llaves del piso", ha dicho. Al ser preguntada por si encerró a la menor en la vivienda ha señalado que "no, jamás, no tengo corazón de hacer eso con una hija". "Nunca la he desatendido ni encerrado", ha sentenciado.
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/01/20/valencia/1295530779.html

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